Smartcards, las nuevas tarjetas inteligentes. Las tarjetas de pago biométricas

Smartcards son el último desarrollo tecnológico de lo que denominamos tarjetas de crédito.

Los medios de pago se han convertido en la principal batalla de los competidores financieros. Las tecnologías disruptivas están generando infinidad de innovaciones relacionadas con los pagos. Un ejemplo sería el pago con el móvil, esta modalidad se ha convertido en el principal rival de las tarjetas a la hora de realizar nuestros pagos cotidianos.

La reciente normativa PSD2 va a dinamizar más aún esta lucha en el área del pago . El principal objetivo de la nueva directiva es facilitar el igual acceso al mercado de todos intervinientes financieros.

Historia de las tarjetas. Desde la primera tarjeta a las Smartcards

Hace más de un siglo apareció la primera tarjeta. En 1914, la empresa americana Western Union creó una tarjeta para sus clientes más selectos. No solo les proporcionaba un trato preferente, sino una línea de crédito para sus pagos. Desde entonces y hasta finales de los años 40, una gran cantidad de empresas comenzaron a emitir sus propias tarjetas de crédito. Estas tarjetas solo tenían validez en sus propios establecimientos, como método para fidelizar a sus clientes.

Posteriormente, en 1948 apareció la primera tarjeta de crédito tal y como la conocemos hoy en día. Una tarjeta con la que podemos pagar en diferentes establecimientos sin tener que disponer de una tarjeta para cada uno de ellos. La idea surgió en un restaurante de Nueva York, el director de una entidad de crédito, Frank McNamara, se había olvidado el dinero en casa, algo que descubrió al ir a pagar. Tuvo que llamar a su esposa para que le trajera dinero con el que pagar la cena. Decidió que «no volvería a pasar por esa vergüenza…».

Más adelante, en 1958, fueron lanzadas la tarjeta American Express y la de Bank of America (la futura VISA).

En España, la primera tarjeta de crédito que empezó a operar fue en 1971 y tenía límite de 25.000 pesetas (150,25 €). En un primer momento, las tarjetas de crédito no estaban automatizadas y el comercio tenía que llamar a un centro autorizador antes de aceptar el pago. Además, no resultaba muy barata su utilización, ya que se pagaba intereses superiores al 10% en sus financiaciones.

Las primeras Smartcards (tarjetas inteligentes)

Una Smartcard es una tarjeta del tamaño de bolsillo con circuitos integrados, que permiten la ejecución de cierta lógica programada. Son tarjetas que disponen de una seguridad muy grande, están compuestas por procesadores criptográficos seguros. Las primeras tarjetas que podemos considerar inteligentes fueron las tarjetas con chip, posteriormente nacieron las Contactless y a día de hoy, las novedosas tarjetas de pago biométricas.

Primeras Smartcards - tarjetas con chip
Primeras Smartcards – tarjetas con chip

Tarjetas con chip

Las primeras Smartcards que aparecieron en el mercado fueron las tarjetas con chip. El primer uso masivo de estás primeras «tarjetas inteligentes» fue en Francia en 1983, las cuales fueron usadas como tarjetas telefónicas para el pago de los teléfonos públicos. Más adelante en la década de los 90 y a principios del 2000, estás tarjetas con chips fueron incorporadas como medio de pago seguro en las entidades financieras.

 

Tarjetas con Contactless

Años después irrumpieron otro tipo de Smartcards, las Contactless, las entidades financieras españolas comenzaron a utilizarlas entorno al 2012. Como sabemos, el Contactless es un sistema de pago a través de tarjeta que permite hacer compras con tan sólo acercar la tarjeta de crédito al terminal o TPV. Su uso ha crecido rápidamente en Europa en general y en España en particular, ya que tecnología Contactless ha permitido mejorar la experiencia del consumidor respecto a la comodidad y seguridad en el pago. Un gran desarrollo que genero la tarjeta Contactless fue la adopción de la tecnología NFC (Near Field Communication), que posibilita el pago sin contacto con bidireccionalidad en la información.

 

Tarjetas de pago biométricas

Por otra parte, el uso de la biometría en los teléfonos móviles a servido para la aceptación de este tipo de tecnología por los usuarios. Por lo que el siguiente desarrollo de las Smartcards ha sido incorporar la biometría a las tarjetas. Como cometamos en el post Biometría en las finanzas digitales, los sistemas biométricos tiene una gran aceptación entre los consumidores, especialmente en el colectivo millennials y nativos digitales. Muchos de ellos demandan estos sistemas por la seguridad y sencillez de aplicación.

Los sistemas biométricos tiene una gran aceptación en los millennials
Los sistemas biométricos tiene una gran aceptación en los millennials

Indudablemente, el sistema biométrico que mejor se adapta a las tarjetas es el de las huella dactilar, además, es el que más aplicación tiene en el mundo financiero digital. Ciertamente, este sistema biométrico incorporado a una tarjeta aporta mucha seguridad y evita memorizar códigos o claves de autentificación de firma. En cambio, este tipo de tarjetas llevan integradas una tecnología más cara que el resto de tarjetas del mercado (Contactless o Chip) y trasladar el coste al usuario cada vez resulta más difícil. Veremos, sin en futuro cercano, las innovaciones tecnológicas logran desarrollos de tarjetas biométricas que las hagan más asequibles…

Crédit Agricole lanzó a mitades del 2019 su primera tarjeta de pago biométrica a través de G+D Mobile Security. Las tarjetas disponen de un lector integrado de huella dactilar, que permite realizar el pago sin contacto. El usuario necesita poner el dedo sobre el lector de la tarjeta para autorizar de manera segura el proceso de pago. Sin embargo, el proyecto piloto únicamente a incluido a 200 clientes de la entidad.

Además de Crédit Agricole, muchas entidades financieras están realizando proyectos de lanzamiento de tarjetas biométricas. Sin duda, son tarjetas que aportan mucha seguridad y sencillez, pero los costes de este tipo de tarjetas son mayores de lo que cualquier usuario estaría dispuesto a pagar a día de hoy. Los Smartphones ofrecen sistemas biométricos similares, con tecnología NFC y sin ningún tipo de coste… Difícil competidor para estas nuevas Smartcards biométricas.

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