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  • Pago digital y la futura desaparición del dinero en efectivo. Todos podemos contra COVID-19

    Pago digital. Nos encontramos en una situación excepcional, apenas podemos salir de nuestras casas (solo para necesidades básicas y trabajar). El COVID-19 ha ido pasando fronteras y todas las precauciones que tomemos son muy necesarias. En otros post de nuevo financiero siempre hemos hablado de la necesidad del pago digital como sustituto del dinero en efectivo. Actualmente, minimizar el uso del dinero en efectivo y utilizar los pagos digitales resulta una medida esencial para evitar contagios de la nueva enfermedad.

    Cuando hablamos de pago digital nos referimos a los medios de pago digitales tradicionales (transferencias, tarjetas contactless…) y las nuevas innovaciones en pagos que nos ha traído la transformación digital (pagos con el móvil, Bizum, Smartcards,…).

     

    Principales ventajas del pago digital frente al dinero en efectivo

    Aunque hay razones para no eliminar por completo el dinero en efectivo: generaría un problema para vagabundos, dificultad de acceso a Internet a los más mayores… Los beneficios que supondría sustituir al cien por cien el dinero en efectivo a favor de los pagos digitales tienen mucho más peso:

    • Reducir la evasión de impuestos y la economía sumergida. Los pagos digitales dejan rastro y por tanto, están a la vista de las haciendas de cada país.
    • Disminuyen los robos o hurtos. Aunque ¨los malos» siempre ingenian nuevos métodos, como los robos a tarjetas con contactless por medio de datáfonos en el metro de Madrid.
    • Se reducen los costes fabricación. Imprimir billetes y acuñar moneda es muy caro (medidas para evitar la falsificación) y hay que sustituirlos ya que con el tiempo se deterioran.
    • Disponibilidad de cualquier cantidad de dinero. Posibilidad de mover o gastar el dinero sin limitaciones.
    • Mejoran las políticas de estímulo económico. Desde hace tiempo la política monetaria europea ha establecido tipos de interés negativos para impulsar el crecimiento económico. Sin dinero en efectivo estas políticas serían más efectivas: Si no podemos sacar efectivo de nuestras cuentas, o bien se paga el coste del interés negativo o gastamos nuestros ahorros antes de que se reduzcan.

    Con la triste llegada del Covid-19, no hay excusa para el pago digital y evitar el dinero en efectivo. Con el pago digital minimizamos el contacto entre personas en cualquier transacción comercial.

    Principales ventajas del pago digital
    Principales ventajas del pago digital

    Ejemplo a seguir de países que han conseguido eliminar prácticamente el dinero en efectivo

    La transformación digital lleva distintas velocidades en los distintos países y regiones. Con la situación en la que nos encontramos actualmente, en la que países occidentales ya disponen de una estructura digital, debería ser obligatorio el pago digital. Estos son algunos ejemplos a seguir por el resto de países:

    Dinamarca ha aplicado unas medidas encaminadas a la eliminación del dinero en efectivo para el 2030. Desde 2016, las tiendas de ropa, restaurantes y gasolineras pueden negarse a aceptar dinero en efectivo. La mayoría de los casi 6 millones de habitantes daneses utilizan MobilePay, una aplicación de pago móvil parecida a Bizum (pagos desde el móvil).

    En Islandia, la mayoría de las compras se pagan de forma digital. Cualquier pago, por pequeño que sea, se realiza a través del pago móvil o la tarjeta.  Desde hace años, Islandia es uno de los países europeos más digitales.

    En Suecia, las entidades financieras apenas funcionan con dinero en efectivo y los cajeros automáticos están en desuso. Los donativos en las parroquias se hacen a través del pago móvil o con la tarjeta. Los vendedores ambulantes llevan consigo lectores móviles de tarjetas.

    Corea del Sur dispone de una renta per-cápita de 38.000 dólares (la de España es 33.700). Su población es de 52 millones de habitantes (España 47). En abril de 2017 el Banco Central de Corea del Sur anunció un plan para eliminar el dinero en efectivo en 2020. Corea desarrolló un proyecto piloto que consistía en que los comercios dieran el cambio en tarjetas prepago, de forma, que el dinero sobrante de una compra se acumule en estas tarjetas para su uso posterior.

    En Kenia la mayor parte de la población no dispone de una cuenta bancaria, pero sí dispone de un Smartphone. En 2013, nació M-Shwari de la mano de Commercial Bank of Africa (CBA) y de M-Pesa. Es una cuenta bancaria digital que combina ahorro y crédito. Gran parte de la población de Kenia está bancarizada gracias a esta iniciativa.

    Hasta ahora, la reducción del fraude fiscal y la economía sumergida eran los principales argumentos políticos para la fomentar el pago digital. Ahora, con la llevada del temido Covid-19 los gobiernos deberían obligarlo en la mayoría de transacciones.

     

    El Pago con el móvil cada vez más implantado

    Como comentábamos en el post de pago con el móvil y la futura desaparición de las tarjetas, para los colectivos de nativos digitales y millennial, los Smartphones se han convertido en una forma de vida. El pago con el móvil poco a poco se está convirtiendo en uno de los principales instrumentos de pago de la banca-retail. Según los expertos y no dentro de mucho tiempo, el pago con el móvil será el instrumento de pago más utilizado, mucho más que el plástico (tarjetas).

    Pago con el móvil
    Pago con el móvil

    Además de los bancos y fintech, las grandes compañías tecnológicas han visto en el pago con el móvil una oportunidad inmejorable para obtener otra fuente de ingresos. Como es lógico, el pago móvil genera importantes sinergias a estas compañías, facilitando la venta de sus productos. Las BigTech (GAFA) y Telecos ya tienen una gran repercusión en el pago con el móvil: Samsung Pay (plataforma que más acuerdos tiene con entidades financieras), Apple Pay ( también, puede ser utilizado con tarjetas de compañías no financieras, como Carrefour), Google Pay, DoCoMo (carrier billing o pago con cargo a la factura del móvil)…

    Gracias a la tecnología NFC, solo hay que acercar el móvil al terminal y posteriormente meter el pin o huella dactilar para realizar un pago. La tecnología NFC (Near Field Communications) hace que dos dispositivos cercanos se comuniquen y compartan información (bidireccionalidad). Como estamos comentando en este post, evitar el contacto es una de las principales medidas para combatir el COVID-19.


    Con todo lo comentado, podemos concluir que tenemos que evitar usar el dinero en efectivo. Para cualquier compra, por pequeña o grande que sea, debemos utilizar los pagos digitales.

    Pago digital: ¿Existe algún problema por pagar una barra de pan con el móvil o la tarjeta contactless?

  • Smartcards, las nuevas tarjetas inteligentes. Las tarjetas de pago biométricas

    Smartcards son el último desarrollo tecnológico de lo que denominamos tarjetas de crédito.

    Los medios de pago se han convertido en la principal batalla de los competidores financieros. Las tecnologías disruptivas están generando infinidad de innovaciones relacionadas con los pagos. Un ejemplo sería el pago con el móvil, esta modalidad se ha convertido en el principal rival de las tarjetas a la hora de realizar nuestros pagos cotidianos.

    La reciente normativa PSD2 va a dinamizar más aún esta lucha en el área del pago . El principal objetivo de la nueva directiva es facilitar el igual acceso al mercado de todos intervinientes financieros.

    Historia de las tarjetas. Desde la primera tarjeta a las Smartcards

    Hace más de un siglo apareció la primera tarjeta. En 1914, la empresa americana Western Union creó una tarjeta para sus clientes más selectos. No solo les proporcionaba un trato preferente, sino una línea de crédito para sus pagos. Desde entonces y hasta finales de los años 40, una gran cantidad de empresas comenzaron a emitir sus propias tarjetas de crédito. Estas tarjetas solo tenían validez en sus propios establecimientos, como método para fidelizar a sus clientes.

    Posteriormente, en 1948 apareció la primera tarjeta de crédito tal y como la conocemos hoy en día. Una tarjeta con la que podemos pagar en diferentes establecimientos sin tener que disponer de una tarjeta para cada uno de ellos. La idea surgió en un restaurante de Nueva York, el director de una entidad de crédito, Frank McNamara, se había olvidado el dinero en casa, algo que descubrió al ir a pagar. Tuvo que llamar a su esposa para que le trajera dinero con el que pagar la cena. Decidió que «no volvería a pasar por esa vergüenza…».

    Más adelante, en 1958, fueron lanzadas la tarjeta American Express y la de Bank of America (la futura VISA).

    En España, la primera tarjeta de crédito que empezó a operar fue en 1971 y tenía límite de 25.000 pesetas (150,25 €). En un primer momento, las tarjetas de crédito no estaban automatizadas y el comercio tenía que llamar a un centro autorizador antes de aceptar el pago. Además, no resultaba muy barata su utilización, ya que se pagaba intereses superiores al 10% en sus financiaciones.

    Las primeras Smartcards (tarjetas inteligentes)

    Una Smartcard es una tarjeta del tamaño de bolsillo con circuitos integrados, que permiten la ejecución de cierta lógica programada. Son tarjetas que disponen de una seguridad muy grande, están compuestas por procesadores criptográficos seguros. Las primeras tarjetas que podemos considerar inteligentes fueron las tarjetas con chip, posteriormente nacieron las Contactless y a día de hoy, las novedosas tarjetas de pago biométricas.

    Primeras Smartcards - tarjetas con chip
    Primeras Smartcards – tarjetas con chip

    Tarjetas con chip

    Las primeras Smartcards que aparecieron en el mercado fueron las tarjetas con chip. El primer uso masivo de estás primeras «tarjetas inteligentes» fue en Francia en 1983, las cuales fueron usadas como tarjetas telefónicas para el pago de los teléfonos públicos. Más adelante en la década de los 90 y a principios del 2000, estás tarjetas con chips fueron incorporadas como medio de pago seguro en las entidades financieras.

     

    Tarjetas con Contactless

    Años después irrumpieron otro tipo de Smartcards, las Contactless, las entidades financieras españolas comenzaron a utilizarlas entorno al 2012. Como sabemos, el Contactless es un sistema de pago a través de tarjeta que permite hacer compras con tan sólo acercar la tarjeta de crédito al terminal o TPV. Su uso ha crecido rápidamente en Europa en general y en España en particular, ya que tecnología Contactless ha permitido mejorar la experiencia del consumidor respecto a la comodidad y seguridad en el pago. Un gran desarrollo que genero la tarjeta Contactless fue la adopción de la tecnología NFC (Near Field Communication), que posibilita el pago sin contacto con bidireccionalidad en la información.

     

    Tarjetas de pago biométricas

    Por otra parte, el uso de la biometría en los teléfonos móviles a servido para la aceptación de este tipo de tecnología por los usuarios. Por lo que el siguiente desarrollo de las Smartcards ha sido incorporar la biometría a las tarjetas. Como cometamos en el post Biometría en las finanzas digitales, los sistemas biométricos tiene una gran aceptación entre los consumidores, especialmente en el colectivo millennials y nativos digitales. Muchos de ellos demandan estos sistemas por la seguridad y sencillez de aplicación.

    Los sistemas biométricos tiene una gran aceptación en los millennials
    Los sistemas biométricos tiene una gran aceptación en los millennials

    Indudablemente, el sistema biométrico que mejor se adapta a las tarjetas es el de las huella dactilar, además, es el que más aplicación tiene en el mundo financiero digital. Ciertamente, este sistema biométrico incorporado a una tarjeta aporta mucha seguridad y evita memorizar códigos o claves de autentificación de firma. En cambio, este tipo de tarjetas llevan integradas una tecnología más cara que el resto de tarjetas del mercado (Contactless o Chip) y trasladar el coste al usuario cada vez resulta más difícil. Veremos, sin en futuro cercano, las innovaciones tecnológicas logran desarrollos de tarjetas biométricas que las hagan más asequibles…

    Crédit Agricole lanzó a mitades del 2019 su primera tarjeta de pago biométrica a través de G+D Mobile Security. Las tarjetas disponen de un lector integrado de huella dactilar, que permite realizar el pago sin contacto. El usuario necesita poner el dedo sobre el lector de la tarjeta para autorizar de manera segura el proceso de pago. Sin embargo, el proyecto piloto únicamente a incluido a 200 clientes de la entidad.

    Además de Crédit Agricole, muchas entidades financieras están realizando proyectos de lanzamiento de tarjetas biométricas. Sin duda, son tarjetas que aportan mucha seguridad y sencillez, pero los costes de este tipo de tarjetas son mayores de lo que cualquier usuario estaría dispuesto a pagar a día de hoy. Los Smartphones ofrecen sistemas biométricos similares, con tecnología NFC y sin ningún tipo de coste… Difícil competidor para estas nuevas Smartcards biométricas.