Ripple, la criptomoneda y su red de pagos digitales basados en la tecnología Blockchain

Ripple. Las nuevas tecnologías financieras, con Blockchain a la cabeza, están revolucionando el mundo de las criptomonedas y los pagos digitales. Estas innovaciones generan procesos más rápidos y eficientes que facilitan las transacciones económicas.

Blockchain no solo es la tecnología implícita de las criptomonedas (Bitcoin o Ethereum). La cadena de bloques tiene infinidad de aplicaciones para la mayoría de los sectores. En el sector financiero también tiene aplicaciones en el área de los medios de pagos digitales.

Al hilo de todo esto, Ripple dispone de una red de pagos digitales para transacciones financieras y de una criptomoneda, Ripple XRP.

Ripple, la criptomoneda y su red de pagos digitales

La tecnología financiera distribuida de Ripple nació en septiembre de 2012. Aunque inicialmente se conocía como OpenCoin, en 2013 cambio su denominación a Ripple Labs, Inc.

Ripple fue creada como una red de pagos digitales para transacciones financieras al instante. Desde su nacimiento, se ha ido especializando en pagos transfronterizos (pagos entre distintos países).

Las soluciones que aporta la «criptomoneda» están basadas en Blockchain. Funciona por tanto como una base de datos distribuida (múltiples bases de datos relacionadas entre sí), que permite ejecutar transacciones entre dos o más partes de forma verificable, transparente y permanente.

Por tanto, aporta todas las bondades de Bitcoin. Sin embargo una de las características esenciales de Ripple es la inmediatez. La red de Ripple es un sistema cerrado, las transacciones las confirman los nodos elegidos por la compañía. De ahí viene su diferencia con Bitcoin, que necesita 10 minutos para confirmar una transacción.

La criptomoneda utiliza la tecnología de ondulación a través de un algoritmo de consenso. De ahí le viene su denominación, Ripple (onda).

Ripple, tecnología de ondulación. Transacciones al instante
Ripple, tecnología de ondulación. Transacciones al instante

En su empeño de fortalecer a la criptomoneda, a mediados del 2017 la compañía decidió aumentar su descentralización. Entonces disponía de 25 nodos de validación propios. Su idea es reemplazar sistemáticamente sus nodos por otros de terceros certificados.

Su criptomoneda Ripple XRP está mayoritariamente en manos de Ripple, posee más del 50% de la moneda digital.

Ripple, un sistema diseñado para entidades financieras

Mientras que otras monedas digitales son rivales directos de los bancos, Ripple funciona como un socio perfecto para ellos. Su sistema está diseñado para entidades financieras y proveedores de pagos de todo el mundo.

Esta tecnología evita que las transacciones transfronterizas pasen por intermediarios, lo que habitualmente retrasa los pagos. Por tanto, los bancos consiguen rebajar los costes operativos para los pagos internacionales. Además, la velocidad de transacción es instantánea e incluye una trazabilidad en tiempo real de los fondos.

Cuando un cliente de un banco (por ejemplo en España) quiere realizar un pago a otro país (suponemos que Argentina), Ripple consulta a ambos bancos por el comisionamiento de la transacción. Posteriormente se realiza la transferencia, actualizando los estados de la cuenta de los intervinientes de inmediato. Por consiguiente, el pagador y el beneficiario pueden ver cómo les queda la cuenta justo después de la transacción.

La criptomoneda colabora con bastantes entidades financieras de renombre a nivel mundial: Bank of América, UBS, RBC, BBVA,…

Las expectativas que ha generado la moneda digital han sido muy grandes. Empresas como Andreessen Horowitz y Google Ventures han invertido en torno a 100 millones de dólares.

Características de Ripple

Estas son algunas de las características que distinguen a la criptomoneda:

  • Operaciones al instante. La liquidación de las transacciones es instantánea. Con independencia del lugar donde se envíe el dinero.
  • No existen problemas de escalabilidad. Con la tecnología actual se pueden realizar 1.000 transacciones por segundo.
  • Trazabilidad en tiempo real de los fondos enviados. Se sabe de inmediato donde ha ido el dinero y quien lo ha recibido.
  • Ahorro de costes. En las transacciones transfronterizas se evita a intermediarios, con el ahorro que esto supone.
  • Problemas relacionados con la descentralización. Hasta ahora, todos los nodos que verifican las operaciones son propiedad de Ripple. Además, más de la mitad de las criptomonedas XRP pertenecen a la propia compañía. Estas dos cuestiones preocupan a los inversores, analistas y clientes potenciales.

Ripple, comparado con otras monedas digitales

En 2017, Ripple ha sido la moneda digital que más se ha revalorizado, 360 veces su valor respecto a primeros de año. El 9 de enero de 2018, la moneda digital ocupaba el tercer lugar en lo relativo a la capitalización en el mercado de criptomonedas, tan solo Bitcoin y Ethereum estaban por delante.

En la actualidad, Bitcoin funciona, sobre todo, como vehículo de inversión. La moneda digital por excelencia ha tenido problemas con la escalabilidad. Su tecnología limitaba el número de transacciones por segundo, de ahí el nacimiento de Bitcoin Cash.

Bitcoin y sus problemas de escalabilidad. Ripple es más operativo en los pagos digitales
Bitcoin y sus problemas de escalabilidad. Ripple es más operativo en los pagos digitales

En cambio, tanto Ethereum como Ripple, y la propia Bitcoin Cash, se distinguen por su eficiencia en los pagos y transacciones digitales.


Bitcoin ha sido más utilizada como producto de inversión que para transacciones digitales. El desarrollo de nuevas monedas digitales, más enfocadas al pago virtual, han provocado un cambio disruptivo en el sector.

Para competir con el resto de instrumentos de pago digitales, como las transferencias, las tarjetas o el pago con el móvil, ha sido creada Ripple.

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